El Sábado Santo no se olvidó de la lluvia, pero mandó dos pasos a la Catedral
El tranvía se ganó la condición de protagonista del Sábado de la Semana Santa de Sevilla de 2011.
Primero, por la desgraciada circunstancia de haber atropellado a una anciana por la mañana, confirmando el timo de llamar peatonal a una Avenida de la Constitución en la que en cualquier momento te puede llevar por delante un tranvía, una bicicleta, un coche, un patinador…
El Varón de Dolores enfila la Puerta de los Palos de la Catedral |
Segundo, porque la única cofradía que ha llegado hasta la Catedral desde el Miércoles, el Sol, regresó “por la ruta del tranvía”, según explicó gráficamente el hermano mayor, Juan Luis Amaro.
El día amaneció como los últimos de esta Semana Santa, cubierto, despejando de cuando en cuando y oliendo a agua.
No había llovido cuando a las 13.30 el Sol ponía su cruz de guía en la calle en una decisión arriesgada teniendo en cuenta que las previsiones hablaban de que tampoco el Sábado se libraría del agua.
Las quinielas callejeras apostaban por el lugar en el que le sorprendería el agua y, tras una leve llovizna cuando discurría por el Prado, fue –como si lo hubiera previsto– cerca de la Catedral (cristo en Triunfo, palio en Miguel de Mañara). Arreciaba cuando el paso del Varón de Dolores entró en el templo metropolitano a eso de las cuatro de la tarde. Poco después lo hizo el palio y todo el cuerpo de nazarenos.
Las quinielas callejeras apostaban por el lugar en el que le sorprendería el agua y, tras una leve llovizna cuando discurría por el Prado, fue –como si lo hubiera previsto– cerca de la Catedral (cristo en Triunfo, palio en Miguel de Mañara). Arreciaba cuando el paso del Varón de Dolores entró en el templo metropolitano a eso de las cuatro de la tarde. Poco después lo hizo el palio y todo el cuerpo de nazarenos.
Mientras, en el otro lado de la ciudad, la cruz de guía de la Trinidad había salido con algo de retraso. El chaparrón llegó con el Sagrado Decreto saliendo y no había hecho sino pisar el compás del templo cuando dio marcha atrás acabando así la estación de penitencia.
Los Servitas habían informado tiempo antes que ni lo intentarían.
Quedaban el Santo Entierro y la Soledad, aunque nadie confiaba en que fueran a salir, más teniendo en cuenta que nazarenos designados para las representaciones informaron por diversos medios que sus cofradías les habían dicho que no se desplazaran a San Gregorio.
Una abarrotada Avenida vio la salida de la cofradía del Sol |
No eran ni las siete (hora de salida) cuando ya se había anunciado que el Santo Entierro no saldría y poco después desde San Lorenzo se hizo lo propio.
Sólo quedaba saber cuándo regresaría el Sol. Se comentó la posibilidad del Domingo de Resurrección, pero la hermandad decidió que volverían en cuanto la meteorología lo permitiera. Fue después de las nueve de la noche, saliendo por la puerta de San Miguel a una avenida abarrotada de público, siguiendo “la ruta del tranvía” y con la indicación expresa que deberían llegar al Plantinar en dos horas.
Casi. La cruz de guía llegó a la parroquia de San Diego de Alcalá minutos antes de las doce y el palio, a la una.
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