Francis Wolf: “Las corridas de toros no son sólo disculpables, son defendibles porque son moralmente buenas”
50 razones para defender la corrida de toros, del filósofo francés Francis Wolff, es la última publicación que acaba de sacar al mercado la editorial Almuzara dentro de su colección Taurología. En ella, este catedrático de la Escuela Superior Normal de París defiende el espectáculo taurino con argumentos paradójicamente en línea con los que piensan que se deben suprimir las corridas de toros.
Wolff no ataca la movilización prohibicionista que está llevando a muchos sectores de la población a rechazar este espectáculo, ya que que el fundamento de éstos detractores de la Fiesta Nacional es “generoso”, no obstante, alega que este mismo movimiento no tiene en cuenta los riesgos ni contradicciones que pregona la “pretendida liberación animal” frente a la cultura humanista, entre otros, los perniciosos efectos ecológicos de su supresión.
Así, el autor apoya sin tapujos el ecologismo al defender a los criadores de toros bravos, una de las últimas formas de ganaderías extensivas que existen en Europa en la que cada animal dispone de una extensión de 1 a 3 hectáreas de terreno. ¿Puede alguien mejorar esta realidad tratándose de animales domésticos?
Para Wolff si se suprimen las corridas muchas de estas tierras dedicadas al toro bravo se entregarían a la agricultura intensiva e industrial y, por otra parte, la mercantilización de lo viviente hacinado en auténticas fábricas de filetes entraría en contradicción con la indignación que genera entre los que rechazan las corridas las condiciones de vida y muerte de los toros de lidia.
El ensayista francés también defiende que el toro de lidia es el único animal criado por el hombre que vive y muere conforme a su naturaleza y no es fruto del azar, ya que una ganadería de toros es el único caso en el que se deben respetar la exigencias de la vida salvaje del animal para preservar su bravura.
En definitiva un libro donde este catedrático de filosofía pretende desvelar el sentido ético y estético de la tauromaquia, así como contribuir a la promoción de sus valores culturales y humanos. “Las corridas de toros no son simplemente un magnífico espectáculo. No sólo son disculpables, sino que además son defendibles porque son moralmente buenas”, comenta su autor.
El autor
Francis Wolff es un filósofo francés que imparte clases como catedrático en la Escuela Normal Superior de la Universidad de París. Antes lo hizo en las universidades de Paris-X-Nanterre, en la de Reims y en la de São Paulo (Brasil), y recientemente, en Oxford. Entre sus obras: "Sócrates" (1994), "Aristóteles y la política" (1997), "El ser, el hombre, el discípulo" (2000), "Decir el mundo" (2004) y "Filosofía de las corridas de toros" (2007). Gracias a este último libro ofreció un memorable pregón taurino de la Feria de Abril de Sevilla y se lanzó a una campaña en defensa de las corridas de toros de la que es fruto este breve pero intenso y profundo libro que ha sentado las bases para posteriores defensas del mundo taurino.
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