Los últimos días han sido especialmente cofradieros en la frenética agenda del candidato a la alcaldía por el PSOE, Juan Espadas. Ha lanzado propuestas sobre dos asuntos recurrentes desde hace muchísimo tiempo: las bandas de cornetas y tambores y sus lugares de ensayo y, por otra parte, el museo de la Semana Santa.
La última aportación al primer tema ha sido que tendrían un lugar en Santa Clara en el marco del proyecto de convertir el antiguo convento en un espacio cultural. Allí podrían ensayar, ejercer actividades, crear talleres… Además, se buscarían “módulos de ensayo para las bandas en los barrios”. Fue la semana pasada.
Sobre el segundo, Espadas se reunió el pasado miércoles con la junta superior del Consejo de Cofradías y le dijo lo que ésta quería oír: que la sala San Hermenegildo, del Ayuntamiento, sería sede del Consejo y, además, centro permanente de exposiciones sobre Semana Santa.
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| Espadas y Rosamar Prieto con la junta superior del Consejo de Cofradías. Por cierto, ¿qué pinta la delegada de Fiestas Mayores en un acto electoral? |
Respecto a lo de las bandas, es la enésima propuesta para solucionar algo que debe ser un problema. Y debe ser un problema porque no hay elecciones municipales en que no se hable sobre él y se propongan soluciones que luego no se llevan a la práctica.
Desde las denuncias por ruido en tiempos de Manolo García, hermano mayor de la Macarena, como delegado de Seguridad Ciudadana (Rojas Marcos era el alcalde) ha llovido y no ha habido cambios, si acaso algún amago.
No se trata de desconfiar del candidato Espadas pero sí de las soluciones que se ofrecen cada cuatro año para que, al final, las bandas se tengan que buscar la vida como buenamente pueden, yéndose a zonas alejadas o metiéndose en locales como discotecas.
¿Adiós a la bulla virtual?
El alcalde y entonces también candidato Sánchez Monteseirín mostró en la campaña de 2003 el proyecto de Centro de Interpretación de la Semana Santa.
Tres años después fue presentado a bombo y platillo, pero no se hizo nada. Los problemas para ubicarlo –agravados después por la mala relación entre Rosamar Prieto y Gómez de Celis– lo retrasaron tanto que volvió a jugar papel electoral en 2007.
Ahora, con esta propuesta, Juan Espadas parece enterrarlo definitivamente, pese a que el todavía alcalde manifestó recientemente a Sevilla Post que el proyecto no estaba abandonado, sino a la espera de encontrar suelo adecuado.
El Centro de Interpretación iba a ofrecer, según lo presentado en su día, sala de proyección (cine gran formato, alta definición y sonido envolvente), mediateca, aulas didácticas, sala de exposiciones, cafetería, terraza, tienda… espacios imposibles, salvo el de exposiciones, en San Hermenegildo.
Llamó jocosamente la atención que, en el sobreesfuerzo por aplicar innovaciones sobre lo cotidiano, se anunciara que el visitante podría experimentar las sensaciones de una bulla semanasantera, la llamada bulla virtual.
La propuesta de Espadas resucita el asunto de la nueva sede del Consejo de Cofradías que su presidente, Adolfo Arenas, nunca ha abandonado y acaba con el Centro de Interpretación de la Semana Santa, con su bulla virtual y todo.
Eso sí, queda mucho hasta las elecciones. Seguro que alguna propuesta capillita más será puesta sobre la mesa.
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