El lluvioso Martes Santo del año pasado
comentábamos en este sitio web que era la primera vez en la historia de la
Semana Santa que no había cofradías en la calle este día dos años consecutivos.
Pues el de 2013 dio una vuelta de tuerca más y se convirtió en lamentablemente
histórico.
Colas para entrar en San Esteban en la tarde de ayer. |
Y es que ni una sola petición de prórroga ni
esperas más allá de lo habitual hubo para conocer las suspensiones de las
estaciones de penitencia de las ocho cofradías.
Abrió turno el Cerro del Águila que no dudó ni un instante, a pesar de que no
llovía en esos momentos en la ciudad y que incluso algún rayo de sol asomó en
las horas previas.
Magnífica
la intervención del hermano mayor, José de Anca, ante los medios de comunicación: coherente, claro y
directo. “No nos pesa lo del año 2007 (tremendo chaparrón a la salida de la
cofradía), nos pesa lo de hoy y ahora. Por eso decidimos no salir”.
Sin solución de continuidad, San Esteban, los Estudiantes, los Javieres
y San Benito anunciaron su renuncia llegada la hora de la salida.
Resultaba llamativo que las escenas que se
vivían en los templos eran diferentes a lo habitual en este tipo de
situaciones. Sí había lágrimas y tristeza, pero abundaba la resignación, como si los nazarenos se hubieran
revestido con su túnica pensando en que la cofradía no saldría, habida cuenta
que no se había dejado de hablar de los malos pronósticos desde cinco días
atrás.
Entre San Benito y la Candelaria hay dos
horas, tiempo más que suficiente, a falta de noticias inmediatas, para las elucubraciones capilliles. Si el año
pasado fue una posible precipitación por parte de las cofradías en las
renuncias a salir, en esta ocasión fue un tuit del CECOP que informaba de una prórroga de una hora en
la Candelaria el que desató todo tipo de
rumores infundados: una posible salida presurosa, acortar el camino de regreso…
Ná de ná.
A su hora de salida (18.15) el cabildo de la
Candelaria decidía no salir y
comunicaba su decisión a los hemanos unos 20 minutos después. Antes, el CECOP
ya se había adelantado a difundirlo en twitter, como hizo durante todo el día…
Detalle del exorno floral del misterio de San Esteban |
Resulta hasta gracioso cómo en Semana Santa
nadie quiere que llueva, pero cuando hay suspensiones todos desean (deseamos) que caigan chuzos de
punta.
Cuando el Dulce Nombre estaba a punto de
decir su correspondiente “no” empezó a llover en Sevilla. En principio débil, la
lluvia tornó en copiosa y se prolongó durante más de una hora. Cuando apareció
(20.10), el Cerro debería estar entre la Avenida de Portugal y la Puerta Jerez,
Los Javieres saliendo de la Catedral, San Esteban y los Estudiantes ocupando la
carrera oficial, San Benito acercándose a la misma por Javier Lasso de la Vega,
la Candelaria entre el Salvador y la Alfalfa y el Dulce Nombre y Santa Cruz
saliendo.
Con alguna interrupción, estuvo lloviendo hasta las doce de la noche
más o menos provocando que, asumida la situación de este tercer Martes Santo
consecutivo sin cofradías, se mirase al futuro con desesperanza y presagiando un
Miércoles Santo también resignado.
Ojalá nos equivoquemos.
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