lunes, 25 de marzo de 2013

La primera en la Campana no, en la frente

Miembros del Consejo hablaban de fallos en el dispositivo de la AEMET                                                                                         
Está claro que no aprendemos. Dos años seguidos de barbaridades a cuenta de la lluvia en la Semana Santa de Sevilla y siempre hay algo negativo que volver a destacar. Y en esta ocasión, Domingo de Ramos, primer día de la de 2013, no nos referimos a hacer caso omiso de los partes, que se equivocaron de medio a medio...

Nazarenos de la Paz, empapados, esperan
bajo la lluvia que les comuniquen qué hacer.
Lamentablemente, en este sitio web –y en sus cuentas de Facebook y Twitter– han leído más de una vez que el desprecio hacia el cuerpo de nazarenos es algo habitual en las cofradías de Sevilla. Ayer no fue una excepción.
Por partes.
Los comunicados ofrecidos por la AEMET no eran 100% tranquilizadores, pero sí animaban a arriesgar y salir, dado el escasísimo riesgo de lluvia que ofrecían.
De esta manera, la Paz, la Borriquita, Jesús Despojado y la Cena salían a sus horas respectivas. La Hiniesta, con cierto retraso.
A las cuatro y media de la tarde más o menos comenzaron a caer unas gotitas que en pocos minutos tornaron en lluvia fuerte y, poco después, en descomunal chaparrón.
Y ahí empezó el lío.
La Borriquita estaba culminando su entrada en la carrera oficial y decidió recorrer Sierpes apresuradamente, cortar por Sagasta y regresar al Salvador, finalizando así su estación de penitencia en la Semana Santa 2013.
Inmediatamente detrás, la cofradía completa de Jesús Despojado atravesaba la Campana y se refugiaba en la Anunciación.
A la Cena y la Hiniesta les pilló con poco más de una hora de recorrido hecho y ambas regresaron con celeridad a sus respectivos templos.
¿Y la Paz? Con la cruz de guía enfilando Tetuán y la cofradía metida en el Arenal, resguardó sus pasos en el arquillo del Ayuntamiento (el Cristo, que acababa de salir de Barcelona hacia la Plaza Nueva) y en el Postigo (el palio, que anduvo marcha atrás unos metros) ¡y dejó a sus nazarenos tirados en la calle aguantando la lluvia!
Así, la mayoría (algunos tramos del palio fueron a la Catedral y niños del Cristo al Ayuntamiento) del cuerpo de nazarenos, en deleznable actitud de falta de respeto de los (i)responsables de la cofradía, con el hermano mayor Santiago Arenado al frente, sufrió dos aguaceros en tres cuartos de hora antes de que se decidiera que ya se habían mojado bastante y se ordenara que la toda la cofradía se refugiara en la Catedral.
Eso sí, la música no faltó detrás del paso del Señor de la Victoria, que entró en el arquillo del ayuntamiento cubierto con un chubasquero, pero a los sones de una marcha en un inexplicable y ridículo contrasentido.
Las imágenes dentro del templo metropolitano fueron dantescas, ya que a las penosas sensaciones que transmite una cofradía rota había que unir capirotes, túnicas y capas algo más que empapadas.
El paso del Señor de la Victoria fue trasladado aprovechando un claro y se unió con el de la Virgen de la Paz, que había llegado tiempo antes.
Dos horas tuvieron que pasar antes de que los (i)responsables decidieran que la mejor solución, con los niños nazarenos fuera de la Catedral rescatados por sus padres, era volverse al Porvenir, ya que manejaban partes que hablaban de mejora del tiempo. Eran ya las ocho menos cuarto de la tarde.
Mientras tanto, la hermandad de Jesús Despojado había decidido también salir de la Anunciación y volver a Molviedro por el Salvador, Plaza Nueva, Zaragoza y Doña Guiomar.
De las que aún no habían salido cuando la lluvia, San Roque comunicó a las seis de la tarde (su salida oficial era a las 17.00) que no lo hacía, decisión que generó algo de controversia, ya que empezaba a extenderse la noticia de que apenas habría riesgo de lluvia por la tarde-noche.
Media hora después, es decir, con más de una hora de retraso, la Estrella echaba su cofradía a la calle, aunque se daba por seguro que contaría con el sitio de la Amargura. Efectivamente, la corporación de San Juan de la Palma volvió a ser conservadora y no hizo estación de penitencia por las calles de Sevilla.
Sólo quedaba que el Amor, con la información que ya había y que incluía tres cofradías en la calle, resolviera… Y salió cruz, seguramente influidos sus responsables por el aguacero que le había caído a su primer paso horas antes.
¿Cómo es posible que cinco cofradías se equivocaran? Una de las respuestas posible es que a todas se les diera la misma mala información.
En este sentido hay que señalar que miembros del Consejo General de Hermandades y Cofradías hablaban en la tarde de ayer de que los dispositivos de la AEMET para informar sobre el tiempo en Sevilla estuvieron estropeados durante la mañana de ayer y ofrecían el mismo parte que el sábado por la noche, sin tener en cuenta el posible cambio de modelos.
En resumen, una triste, tristísimo Domingo de Ramos que esperemos que no se repita. Que con lo de los dos últimos años hemos tenido bastante…

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