El pregonero, junto a una foto junto a su mujer con Juan Pablo II en audiencia privada |
-¿Está acabado
el pregón?
-Casi. Podríamos decir que está al 85%. Lo
tengo estructurado en capitulos y algunos no estan rematados. Siempre está
abierto, lo relees y se te ocurre algo nuevo... Aunque haya que entregarlo para
la imprenta, siempre se puede añadir algo a posteriori para decirlo desde el
atril.
-¿Eso te da
tranquilidad?
-El pregón es hijo de la actualidad y si pasa algo
relevante habrá que incluirlo aunque no venga en el libro. En el pregón de la
coronación de la Virgen de Regla gustó mucho la oración final. Se me ocurrió la
noche antes y no está en la edición impresa.
-¿Qué haría
que lo cambiaras?
-Acontecimientos como el 11S o el 14M no se deben
pasar por alto.
-Si está al
85%, podemos hablar de él ¿no?
-Sí. (sonríe)
-Si el pregón
es hijo de la actualidad, lo normal es que aparezca la crisis...
-No voy a forzar el texto ni para que salga algo, ni
para que deje de salir. La crisis tiene nombre y apellidos, es actualidad y
vivimos con ella. Saldrá y será fácilmente identificable.
-¿Deben
aparecer temas sociales?
-El eje es religioso, la conmemoración de la pasión,
muerte y resurrección de Jesucristo. Y hay pasajes de su vida que pueden tener
connotaciones sociales y al hilo de esos pasajes se pueden enlazar, pero sin
forzar el texto.
-¿Qué consejos
te han dado?
-El primero, que era mi pregón, que no
intentara parecerme a nadie. Recientemente, que era mejor dejar a la gente con
ganas de más que pasarme de tiempo. Me he planteado escribir y luego recortar
lo necesario. El acto completo debe durar unas dos horas, así que hay hora y media para el pregón, que ya
está bien.
-Háblame del
trato de la gente.
-Me han dado mucho cariño. He ido a muchos actos y
he notado el calor de las hermandades. Dije que iría a todos y pienso hacerlo.
Una anécdota: como abogado la gente suele decirme ‘¿qué hay de lo mío?’, ahora
me dicen ‘¿qué hay de la mía?’, por
su hermandad.
-¿Y?
-De momento aparecen un 80% de las de penitencia.
Puede que entren todas pero no es seguro. Soy respetuoso y no me parece bien
nombrar a una imagen por cubrir el expediente.
-¿Cómo ves la
propuesta del Arzobispado de poder vetar candidatos a pregonero?
-Esa situación no es real y no creo que vaya a
serla. Al arzobispo siempre le han comentado quién es el pregonero y recogiendo
su sugerencia se le da ahora carta de
naturaleza en los estatutos del Consejo. Por otra parte siempre ha habido
personas que han estado implícitamente
vetadas por la autoridad y no eran necesarias listas previas. Se ha tergiversado el tema. No es
cierto que vaya a haber que presentarle a Palacio una lista previa para que
descarte.
-¿No?
-Eso no se ha dicho nunca y yo estoy en la comision
de estatutos. Sí ha dicho el arzobispo que le gustaría saber antes de la
elección los nombres que se barajan. Igual
se reúnen días antes de la elección para ver qué nombres hay y luego se
llevan a Palacio. De todas formas, yo creo que el problema no esta tanto en la
autoridad eclesiástica como en la madurez
de los cofrades. Con esto yo creo que se
trata de evitar inventos. Por ejemplo... un cantante escribe bien y tiene
buena voz, pero su testimonio público no es el más adecuado. En otra época vino
desde de Madrid un ministro que no tenía ni idea. Si se decide un perfil
adecuado, seguro que no hay ninguna pega, indicación o veto por parte del
Arzobispado.
-¿Autocensura?
-No. Saber en qué terreno estamos. No estaría bien
que un periodista radiofónico (se
refiere a Iñaki Gabilondo), por muy bien que hable, escriba y mucho que sepa de
Semana Santa y de Sevilla, diera el pregón si su testimonio público y el de sus
medios ha sido contrario a los valores de la Iglesia. Los propios cofrades
sabrían que el perfil no se adapta y si se hiciera sería buscar un enfrentamiento directo con la autoridad.
Es como si para predicar en la función
llamas al padre Apeles.
-¿Que te parece
el caso de Soraya Sáenz de Santamaría?
-Como norma general, no veo bien que un politico
entre en este tipo de terrenos, por eso creo que debería mantenerse al margen.
Es más ni siquiera, en Sevilla, si nos encontramos con uno que es reconocido
cofrade, como Javier Arenas. Tienen que gobernar para todos y siempre se le
podrá decir a cualquiera que no ha hecho tal cosa que nosotros, cristianos,
defendemos.
-Parece que
dar el perfil puede ser complicado.
-Pues te diría, por ejemplo, que no veo porqué debe existir
el veto a divorciados. Puede tratarse de una persona creyente, íntegra, de
comportamiento intachable y, sencillamente, las circunstancias lo han tratado
así.
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